POR CRISTÓBAL ARIAS/ Opinión ./
22/01/2017.- El hacinamiento en nuestra cárcel preventiva, no es cosa de ahora. Ya para mediados de la década de los noventa cuando la cárcel funcionaba en la parte trasera del palacio de la policía las quejas de las personas que allí guardaban prisión eran constante fruto de las precariedades existentes , por igual se hacían sentir las de los ciudadanos al caminar por la acera contigua a dicha cárcel por el olor nauseabundo que de la misma surgía, así como por el derrame de aguas negra que emanaba de ella.
Lo que hoy llamamos cárcel preventiva y que funciona detrás del Palacio de Justicia , se construyó allí de manera improvisada sin tomar en cuenta las necesidades más elementales de los prevenidos. Para nadie es un secreto que las personas que esperan por medidas cautelares en la referida cárcel permanecen en esta en condiciones inapropiadas , muchos de ellos con frecuencia enferman, tanto fisíca como psicológicamente fruto de la situación imperante. Al igual que ellos los empleados del poder judicial desarrollan sus actividades de manera precarias, así como el personal de custodio. Esta construcción fue una salida rápida de manera que los presos preventivos estuvieran bajo control total de la fiscalía.
Es tiempo de que la sociedad deLa Romana exija a las autoridades gubernamentales una serie de obras que demanda nuestra provincia como lo es un Nuevo, moderno y amplio PALACIO DE JUSTICIA Y CÁRCEL PREVENTIVA ya que los que poseemos en la actualidad son infuncionales dado el crecimiento poblacional y económico que venimos experimentado de manera constante desde de la década de los setenta; dicho crecimiento a traído como consecuencias un aumento de todo tipo de conflictos judiciales, amén del incremento de la criminalidad.
Entendemos que la solución más viable de cara al futuro sería la construción de un Nuevo Palacio de Justicia con su cárcel anexa próximo en donde funciona hoy en día LA CARCEL DEL NUEVO MODELO DE CUCAMA, allí, el palacio de Justicia contaría con parqueo amplio al igual que la carcel preventiva, más servicios internos de cafetería, para empleados y visitantes, amén de otras facilidades como mas privacidad y seguridad para que jueces y empleados puedan accesar a sus labores sin el más minimo contacto con visitantes y prevenidos . Es más tambien podría construirse en el área de CUCAMA un Nuevo Palacio General para la Policía Nacional, amplio y confortable. Posterior a la construción y traslado de estas instituciones, en la zona donde hoy funcionan ambas edificaciones el tránsito vehicular sería más fluido entre otras cosas . Tanto el Palacio de la Policía como el de Justicia fueron construidos en la decada del 1950, cuando nuestra ciudad contaba con unos pocos habitantes y escasos vehículos de motor, hoy somos una ciudad muy diferente, estas antiguas edificaciones ya rindieron sus frutos . Las Nuevas obras son imprescindibles para nuestro desarrollo como ciudad y el buen funcionamiento de estas instituciones.
Ya que nosotros como provincia hasta esta fecha no estamos entre los agraciados con las visitas sorpresa del Sr. Presidente de la República, en las cuales anuncia proyectos de desarrollo comunitarios, quizás a solicitud de nuestros funcionarios , autoridades e instituciones provinciales se animé y nos incluya en su itinerario y ordene la construción de las referidas obras , de lo contrario no podemos esperar que el gobierno venga a darnosla, tenemos como comunidad que exigir, sólo así lograremos lo que necesitamos como comunidad . Las mismas podrían incluirse o enmarcase dentro del estudio o programa de desarrollo provincial ejecutado por el Ministerio de Economia Planificación y Desarrollo hace varios años, presentado con bombos y platillos , el cual permanence en archivo en su totalidad.
Finalmente después de lo descripto más arriba, muchos vemos las precariedades en que desarrollan sus actividades varias de nuestras instituciones públicas, vemos el caos del tránsito vehicular, el deterioro de los servicios público , pero muchos vemos y mantenemos el silencio y nos convertimos en cómplices, complices de nuestras autoridades que obsevan con indiferencia como nuestras comunidades e instituciones sobre viven en medio del caos, precariedades e irrespecto a las leyes y ordenanzas municipales, pero con ese silencio estamos condenando y llevando a nuestros hijos a un futuro incierto, por lo cual no podemos continuar mirando y callando.
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