27/12/2017.- La violencia como componente estructural del hombre en nuestra sociedad tiene alcances devastadores. La palabra deriva del latín que significa "fuerza, poder".

"La violencia es una fuerza destinada a sojuzgar a otros para el beneficio y la satisfacción del deseo de uno". Amenaza la existencia de otro y apunta a lograr que  el otro seda y se adapte a uno.

En la tradición bíblica como la descripción de la primera familia aparece registrado el primer caso de violencia donde Caín mata a Abel, cuando Dios le pregunta a Caín por su hermano. Caín responde: "¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?".

La violencia apunta a tener al otro bajo el control de los otros dejando de ser semejantes y se transforman en instrumentos para usar a enemigos a los que hoy destruyen y es lo que realmente estamos viviendo los altagracianos con los últimos eventos espeluznantes que con apenas días dos hechos han estremecido a nuestra sociedad.

Partiendo del análisis sociológico esto puede ser la respuesta de aquellos que se sienten o están abandonados por una violencia familiar o social, quienes fueren o han sido sojuzgados, maltratados, buscan repetir la situación invirtiéndola en los casos de violencia sexual que es el eje principal sobre otro en su juego sádico de dominio.

Una muestra es que estimológicamente una gran parte de los chicos en las escuelas que producen violencia lo están reproduciendo, lo que pasan en su casa, vemos que los niños adolescentes agresores han sido discriminados, rechazados y humillados.

Esta es una de las causas más socorridas en conducta humana  sobre lo que estamos padeciendo en la Altagracia y el país. Desde el enfoque comunitario la violencia en los barrios de la provincia Altagracia obedece una serie de elementos transversales, uno de estos es la frustración de los jóvenes en realizar sus necesidades y aspiraciones. Hay que recordar que una gran parte de los jóvenes responden a patrones.

Lo primero es el abandono efectivo y físico (alimentación, salud, vestimenta, etcétera) todo este caldo de cultivo vuelve a los muchachos de los barrios as agresivos, indisciplinados; desconfiados, lo que lo hace un futuro delincuente, esto sucede cuando los controles no se aplican o son inexistentes y con frecuencia no hay, y lo poco en gran medida es parte del entramado.

Hay también formas insidiosas que se instalan en nuestra sociedad higüeyana con mayor anida miento en nuestros barrios lo es la arrogancia, la prepotencia, el doble discurso; el incumplimiento de una gran parte importante de nuestras comunidades donde se involucra al Presidente de la República lo que hace que muchos estallen y desafíen a los mecanismos de control, someramente estas son partes de las causas de muchas de las aberraciones que vemos hoy en nuestros barrios.-