Puede importar poco lo que sirva de introducción a este texto.
20/8/2022.-Soy un periodista por necesidad propia y convicción. Padre de varios hijos: hembras y varones. Abuelo, no practico ni milito religión alguna -No he sido llamado aún, no aspiro a ser de los elegidos tampoco -. Vivo satisfecho de la vida y le doy gracias a ella de los momentos felices y los infelices, total, de ambos se aprende: O a ser feliz o a ser infeliz.
No le deseo mal a nadie, a nadie, aunque no piense ni actúe igual que yo, no le llevo en mi pecho, puedo decir: Las derrotas, más que las victorias me han hecho un buen guerrero de la vida y eso me basta.
Todo esto lo digo porque podría resultar duro, urticante, molestoso, petulante, irritante, prepotente e indolente, pero es el punto de vista de un padre, abuelo, periodista y hombre de buenas intenciones para con los demás.
Quiero referirme pues, a la situación de la familia Tatis, ella es una familia que se ha dado a conocer a travez de una de las disciplinas deportivas de mayor arraigo comercial y si se quiere industrial y empresarial en los EEUU y en gran parte del continente americano.
Fernando Tatis padre (II), su esposa, madre de Tatis Jr y todos los que lleven ese apellido debieron hacer mutis, el padre, el hijo implicado y el hijo adolorido son gentes del negocio del béisbol comercial del que en América son dueños los de la MLB, organización o compañía o empresa que dio a conocer la dolorosa información de la suspensión del primogénito de Fernando Tatis II.
Por defender a un miembro de la familia, que según las normas del negocio beisbolero de las grandes ligas violentó las mismas: por ignorancia, por negligencia, por inmadurez, ponen todo en juego, claro es su derecho.
Aquella sociedad, la de los Estados Unidos de América, en sentido general es un “estado de derechos”, y si se quiere asume el imperio de la ley, y quien viole el mismo le aplican el régimen de consecuencia, distinto a nuestro país que el régimen de consecuencias es selectivo todavía.
Además para dificultar más las cosas, el III de los Fernandos había estado ya en la mira por mentirle a sus superiores, al verse envuelto en un accidente que lo sustrajo del terreno de juego, el que produjo una baja considerable en el plano mercadológico a ese equipo, si se le mete lápiz: Padres de San Diego, quien también en el terreno de juego le ha hecho falta.
Solo hay que pedir a los familiares y amigos cercanos, que mejor ayuden a Fernando Tatis Jr., alentándolo, aconsejándolo, hacerle saber que es un adulto, que su error (admitido por él), debe enmendarlo con un buen ejemplo de disciplina de ahora en adelante, pedirle cordura y al final reivindicará ante sus contratantes el doble error cometido y el que envuelve millones de dólares de parte y parte.
He dicho.
Ramón Perdomo
San Pedro de Macorís R.D.
0 Comments:
Publicar un comentario