Por Odelis Matos
Abogado y especialista en temas electorales
Pasado el proceso electoral del 18 de
febrero del 2024 y ante la aplastante derrota que sufriera la oposición
política, sus representantes se justifican ante el electorado nacional
argumentando que todo fue debido a los altos niveles de abstención producto de
la compra masiva de cédulas a sus simpatizantes, queriendo significar que el
Partido Revolucionario Moderno (PRM) realizó las mismas prácticas
inescrupulosas para mantener el poder.
Lo peor que puede hacer un partido,
luego de sufrir una humillante derrota es no revisarse a lo interno para saber
de cuáles fueron las razones reales de haber perdido en un proceso eleccionario
y pretender convencer a los votantes de una mentira que nadie creerá, puesto
que las elecciones de medio término, como tradicionalmente se les denominaba a
los comicios municipales y congresuales, nunca han resultado de tanta
concurrencia como las presidenciales.
Sobre este particular se debe tener
claro el análisis histórico del comportamiento electoral en las mismas
elecciones (medio término) con el cual se confirma que la participación de los
electores ha sido similar a la actitud con la agravante en estas de que solo se
eligieron cargos para el nivel municipal, contrario a los pasados procesos de
esta naturaleza que se eligieron senadores, diputados, alcaldes, regidores,
directores y vocales, por lo que despertaron mayor interés. Adicionalmente, en
los referidos procesos la diáspora formó parte del electorado, mientras que las
recientes municipales del 2024 no participaron.
Además, por lo general en procesos
electorales de este ámbito las organizaciones políticas se concentran en
convocar a los miembros de partido, lo que lleva a que regularmente la
asistencia a los mismos se corresponda mayoritariamente con sus militantes, lo
que es fácil de comprobar con solo comparar el listado de concurrentes de
cualquier colegio electoral con los padrones de los partidos políticos, para
confirmar así la cantidad de electores vinculados a un partido u a otro que
asistieron a dicho proceso.
En ese tenor, es importante no
olvidar que los electores asisten a votar dependiendo de su enfoque, por tanto,
como en República Dominicana el interés no es en gran medida municipalista, en
esa misma medida se produce la concurrencia a las elecciones para elegir las
autoridades municipales.
Otra manera de confirmar esta
realidad es identificar los involucrados en la boleta plurinominal, donde se
observa que el voto se realizó en más de un 50% en el logo del Partido, no en
la cara de los aspirantes, con lo que se colige dos casos: que los candidatos
de todos los partidos en dicho nivel no concitaron el mayor interés; y que los
electores acudieron en su mayoría por un interés partidario.
En el argot popular se dice que “la
mentira tiene piernas cortas” y mayo está a la vuelta de la esquina, donde se
confirmará lo que expreso en este artículo, primero que el país es
presidencialista, por vía de consecuencia la concurrencia será superior al 65%,
cifra que marcará un hito en elecciones presidenciales; segundo que al
participar las figuras más importantes de los partidos como candidatos
presidenciales la votación superará a la simpatía del partido; y tercero que en
el caso particular del candidato del PRM, Luis Abinader superará el 60% de los
votos válidos con los aliados.
Visto lo anterior, es recomendable
que la oposición no se engañe a sí misma y que acepte con responsabilidad su
derrota en el recién finalizado proceso municipal del 18 de febrero del 2024.
Excelente e independiente enfoque del tema.
ResponderEliminar