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Rompan el Techo, Rompan la Religión: ¿Dios o Baal?

Posted by CB Blogger




10 febrero 2025
www.16minutos.com  /

Es esencial que cada cristiano se detenga y escuche con atención mensajes que llaman a la reflexión y a la verdadera conversión. El pasado 21 de enero, el pastor Waldo Castillo pronunció un mensaje dirigido a todos aquellos que tienen oídos para oír, instando a separarse de los ídolos modernos y volver al Dios vivo. Mandó a separarse de los Baal. Debemos recordar que Jesucristo nunca negoció con la Palabra y que el cristiano debe imitarlo. El Señor Jesús tiene su libro abierto, observando a todo aquel que está usando su nombre en vano, aquel que sube al altar sabiendo que está en pecado.

El pastor Waldo Castillo también resaltó que hay un desafío de las autoridades hacia Dios y que la falta de dinero afecta la fe. Habló de la falsa religión y del profeta Elías, el profeta de la sequía, el hombre que asumió la responsabilidad de los verdaderos cristianos. Además, cuestionó cuándo fue que la iglesia perdió su esencia, cuándo dejó de representar un peligro para los males, cuándo dejó de servir a Dios. Reflexionó sobre el momento en que se perdió el pudor y la vergüenza, cuando los creyentes comenzaron a atacarse entre sí. Nunca antes la iglesia había llegado al punto de usar las canciones para bailar con los Baal, buscando sonido y entretenimiento, para luego entrar los domingos a un lugar llamado iglesia. Finalmente, el pastor enfatizó que o los Baal se quedan con el altar, o Dios se queda con el altar.

En los tiempos de Jesús, los fariseos y líderes religiosos estaban tan aferrados a sus tradiciones que no pudieron reconocer al Mesías entre ellos. Eran guardianes de una estructura que priorizaba el cumplimiento externo de la ley sobre el amor, la misericordia y la justicia. Hoy, dos mil años después, enfrentamos un problema similar: la división dentro del cristianismo, donde cada grupo se aferra a su denominación, concilio o iglesia, olvidando que Cristo es el único centro de nuestra fe.

Jesús declaró en Marcos 10:45: Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Sin embargo, en lugar de seguir su ejemplo de servicio y amor, algunos han convertido la fe en un club exclusivo, señalando a otras congregaciones y decidiendo quién está en el camino correcto. Se ha desatado una ola de cristianos condenando a otros, enviándolos al infierno, como si el juicio les perteneciera a ellos y no a Dios.

La Religión No Salva, Solo Cristo

El apóstol Pablo entendió esto claramente. En sus cartas, enfatizaba la unidad del cuerpo de Cristo y el amor como el principal mandamiento. En 1 Corintios 1:12-13, reprendió a aquellos que decían Yo soy de Pablo, yo soy de Apolos o yo soy de Cefas, preguntando: ¿Acaso está dividido Cristo? Lo mismo ocurre hoy cuando decimos: Yo soy de tal iglesia, yo soy de tal concilio, olvidando que Cristo murió por todos.

Cuando la iglesia primitiva enfrentaba dificultades, Pablo enviaba ayuda no solo a los líderes religiosos, sino también a los pobres, enfermos, ancianos y marginados de la sociedad. Romanos 15:1 nos dice: Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. No se trataba de levantar denominaciones, sino de llevar auxilio y mostrar el amor de Dios a quienes más lo necesitaban.

Rompan el Techo de la Religión

En Marcos 2:1-12, cuatro hombres rompieron el techo de una casa para bajar a un paralítico y presentarlo ante Jesús. No dejaron que las barreras físicas los detuvieran, porque su fe estaba en Cristo, no en la estructura. Hoy, hay un techo religioso que impide que muchas personas lleguen a Jesús: denominaciones que se rechazan entre sí, iglesias que no se pueden unir para celebrar la Biblia porque creen que la otra está equivocada. Pero, ¿acaso no fue un solo hombre quien murió en la cruz por todos nosotros?

Es tiempo de romper ese techo. Es tiempo de dejar de lado los nombres de iglesias, las estructuras religiosas y las rivalidades humanas, y centrarnos solo en Cristo. Dios es el único que puede juzgar; ni pastores, ni líderes, ni creyentes tienen autoridad para condenar a otros. Hechos 17:31 dice: Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.

Un Encuentro con el Dios Vivo

El cristianismo no se trata de etiquetas, sino de tener un verdadero encuentro con el Dios vivo. La única verdad es su Palabra, y el único camino es Cristo. Si la iglesia quiere ser luz en el mundo, debe dejar de lado la división y recordar que Jesús no vino a formar religiones, sino a salvar almas. Es hora de dejar de pelear entre las iglesias y empezar a proclamar con una sola voz: Jesucristo es el Señor.

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. – Hechos 4:12

En la actualidad, observamos una preocupante tendencia en algunas congregaciones cristianas: individuos que, bajo el título de profetas o consejeros, pretenden predecir y dirigir la vida de los demás, ofreciendo promesas de prosperidad que no provienen del Padre. Especialmente, La Romana se ha declarado como un pueblo de Dios y, por lo tanto, se debe volver a Dios. Otro aspecto importante es que, cuando hay campañas, seminarios, conferencias, entre otros eventos, se promueve más al hombre y a los patrocinadores que a Dios. Simultáneamente, hombres y mujeres suben al altar mientras viven en pecado, y ciertas iglesias y concilios utilizan el nombre del Padre como un medio para obtener ganancias materiales.

El apóstol Pedro nos advierte sobre estos falsos maestros en 2 Pedro 2:1-3: Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras… y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.

El apóstol Pablo también nos exhorta en Romanos 8:8-9: Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Esto nos recuerda que es necesario vivir en Cristo, no en la carne.

Quien escribe estas líneas está preparado para recibir críticas; en este artículo no pretendo likes ni pedir amén, o que lo compartan, solo me interesa que puedan leerlo. El Señor quiere menos sacrificio de boca y mayor encuentro de corazón, que se puedan analizar y poner en práctica los mandamientos. 

Es necesario estar en el Espíritu para discernir si las palabras proféticas vienen realmente de Dios o si provienen de alguien que usa la psicología y que no está en nada cercano al Espíritu Santo. Sin embargo, estoy seguro de que todo aquel que está en el Espíritu lo entenderá. Aquellos que aún andan en tinieblas no lo comprenderán. Como dice el evangelio de Juan en su capítulo 1, versículo 7: Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él.


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