19 noviembre 2025
16minutos.com
Servicios CICOM /
Santo Domingo -La doctora Laiden Suárez, cardióloga-electrofisióloga de Hospiten Santo Domingo, rechazó el mito en la cultura dominicana de que las personas con marcapaso no pueden usar o estar cerca de aparatos eléctricos.
La profesional de la salud explicó que un marcapasos es un aparato que se implanta en pacientes con ritmo cardíaco lento, reducido o deficiente, y es utilizado para subir la frecuencia cardiaca y garantizar el flujo de sangre a los diferentes órganos.
“Si la frecuencia cardiaca está baja, la sangre no llega de manera adecuada a los órganos del cuerpo, incluyendo el cerebro, lo que provoca mareos y desmayos y, en el caso de los adultos mayores, suele terminar en caídas que provocan traumatismos en la cabeza u otras partes delicadas del cuerpo”, indicó Suárez.
Explicó que anteriormente dentro del corazón se colocaban unos cables y un generador o pila eléctrica debajo de la piel, a los pacientes con el ritmo cardíaco muy lento para evitar que la frecuencia cardiaca bajara, ya que debe mantenerse entre 60 y 100 latidos por minutos.
Sin embargo -informó- actualmente los marcapasos son totalmente inalámbricos y del tamaño de una moneda de 10 pesos, “avance importante dentro del área de la biomedicina y la electrofisiología, lograr estos dispositivos cardíacos para el manejo de la arritmia, lo que ha tenido mucho crecimiento en los últimos 10 años”.
Definió como simple y sencilla la operación para colocar un marcapaso, “ya que el paciente puede volver a su casa unas horas después, aunque la anatomía del paciente influye en el resultado del proceso”.
“Hay algunos riesgos con esta intervención, que son la alteración a nivel de la vasculatura, es decir, a nivel de la vena que se utiliza para llevar el cable y arritmias durante el procedimiento”, indicó Suárez.
Explicó que a los pacientes con marcapaso se les entrega una tarjeta de identificación que le indica al personal de seguridad de los aeropuertos que el chequeo debe ser manual, pese a que los marcapasos modernos -dijo- tienen poca o ninguna interferencia con la tecnología actual.
“Las mayores interferencias pueden ocurrir con grandes campos electromagnéticos, como los generados por plantas de energía o cables de alta tensión, pero el paciente no lo siente; la interferencia sólo es visible al revisar el dispositivo con una computadora”, puntualizó.
A juicio de la doctora Suárez, en contraste, “hay pacientes que lo usan esporádicamente, y en esos casos, la batería puede durar mucho más, incluso más de 20 años, esto es gracias a unos sensores ubicados en sus cables, que miden cada latido las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Actúan como una computadora automática que detecta y responde a las necesidades” concluyó la especialista.


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