Conchita Wurst, un
travesti que no se rasura su barba de candado, ganó en Copenhague el festival
de Eurovisión 2014 con su
canción Rise Like A Phoenix, en la final del
concurso de este sábado.
Detrás
de este personaje, que ha suscitado polémica y hostilidad en algunos países del
este del viejo continente, se esconde Tom Neuwirth, un cantante de 25 años que
conquistó al público europeo no sólo por su extravagancia sino también por su
talento musical.
Su
victoria fue clara, con un total de 280 puntos contra 238 del segundo en la
votación internacional.
De
hecho, la austríaca se llevó el triunfo por delante de los competidores de
Holanda y Suecia.
Austria
no llegaba como favorito a Copenhage, pero se ganó el favor del público tras su
rotunda actuación en la semifinal de hace dos días, así, empezó a subir de
forma imparable en las apuestas, hasta colocarse en la primera plaza después de
su intervención de este sábado.
La gala
es la tercera que organiza Dinamarca en los 59 años de historia del festival,
una cita que se calcula fue vista por 180 millones de televidentes en Europa y
en otros países como Australia.
En esta
jornada, Eurovisión logró una audiencia estimada de 180 millones de
televidentes, número que ha sobrepasado con creces la cantidad proyectada
inicialmente por los organizadores.(Creditos: EFE)
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