Por Julio Perelló/Opinión.
Desde hace tiempo la provincia de La Romana ha
venido abonándose con una alta dosis de violencia en nuestro sistema de
transporte público. Un abono que ha tenido una cosecha funesta para la sociedad
en sentido general.
La violencia entre sindicatos, empresas de
transporte parecen no tener un alto, pero que vaina, demandamos un ALTO. La
Romana no puede seguir cargando con los deseos patrimoniales de la
intranquilidad de los que hipócritamente dicen **trabajamos para el pueblo**.Y
es al propio pueblo que arremeten con la malignidad de sus acciones.
Los últimos acontecimientos lo refieren de manera
clara. Pero lo peor en todo ésto es que no ha habido un auténtico régimen de
consecuencias contra quienes han cometido hechos bochornosos.Se pasean libres y
en su libertad nos enrostran que la complicidad siempre les favorecerá.
Es tiempo ya, que las autoridades policiales y
judiciales, investiguen y reacciones como manda la ley. Tiene que dársele un
espaldarazo al clamor de las demandas de la sociedad, que en modo alguno pide
por tranquilidad, pero ante todo seguridad cuando aborda el sistema de
transporte, llámese como se llame.
Alto al
terror. Que los terroristas llevados detrás de las rejas, sea quién sea.
EL AUTOR ES PERIODISTA Y COMENTARISTA.
0 Comments:
Publicar un comentario