Lincoln Rivera
Definir la personalidad humana del actual alcalde José Reyes es embarcarse en el atrevimiento más serio que cualquier comunicador puede hacer.
Por qué? Es que la figura de José Reyes trasciende los límites de la honestidad, y cualquier opinión podría quedar corta.
Honestidad encierra todo cuanto se pueda decir de este ejemplar hombre.
José Reyes responsable del avance de nuestra ciudad, se ha permitido aspirar nuevamente a Alcalde.
Y ha sido lo mejor, no para él en sentido práctico de la palabra, sino para el pueblo de La Romana que ha conocido de su anhelo para proyectar a nuestra ciudad como una verdadera Metrópoli.
Es innegable el afán que exhibe José Reyes para dar lo mejor de su capacidad y entrega al trabajo para su gente. Ha mostrado que es un hombre que pelea para obtener más para su pueblo. Desconocer esta realidad es querer presentarse como ignorante más atrevido sobre la tierra.
Ahora que estamos en campaña, es cuando su figura ser yergue como JOSE EL GRANDE.
Esa dimensión se percibe aún más cuando observamos como aprendices de políticos buscan minimizar su ejemplar comportamiento con mentiras y falsedades.
Y como dijo Orlando Gil, en el Listín Diario, en su columna de este lunes: el compromiso del voto demanda tiempo, trato y sobre todo confianza.
Algunos piensan que el pueblo es tonto para cambiar la confianza, la honestidad, la moral y el respeto el 16 de mayo, lo dudo.
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