Por Julio Perelló/ Opinión
Puedo estar de acuerdo o no con semejantes expresiones, pero pretendo abrigar esperanzas de que será así. Y debe ser así.
Tony Adames tiene cinco años por delante. Cinco años donde se puede enrumbar por caminos de cambios fundamentales . Se puede lograr.
Pero, para lograr eso, el alcalde, entiendo, que sería un elemento de sumo interés que dejara de oír y se preocupe por escuchar. Existe una gran diferencia entre ambas palabras, aunque en términos populares pueda significar lo mismo.
Se oye, pero no se escucha. Se oye y no se presta atención. Quisiera que mi alcalde escuchara.
Pues si algo estoy convencido es que ADAMES no desea sucumbir. Qué desea dar lo mejor de sí, pese a sus rabietas, desacuerdos y hasta desafueros, porque en el fondo, como se dice comunmente, él no es mala gente.
Escucha. Transparentar tu gestión. Poner la casa en orden. Ajustarte a los cánones legales. Hacer las cosas bien y cuando se deban hacer. Dejar las improvisaciones.
Escucha que tienes necesidad de dejar de oir a esos corífeos y alabarderos que nunca van a discutir y plantear que ésto está bien o mal..Todos dirán que está bien. No habrá forma de contradecir.
Escucha, la voz de la experiencia que desea aportar para bien de la comunidad y de tu gestión..
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