Jorge Casado/ Opinión
No tenemos que vivir atados a compromisos sociales, pero tampoco a vivir ajenos a expresiones afectivas que en su esencia reconocer el buen accionar de los seres humanos.
Celebrar, celebrar mientras podamos y tengamos con qué, en nada conspira con nuestro estado de ánimo.
Hoy es Día de los Padres, y tímido o no se perciba, participemos de los encuentros famliiares o de amigos que promueven todos aquellos que han sido hijos. en agradecimiento a la vida y la buena crianza que han recibido, de la mano igual de Las Madres..
Al padre muerto una oración, flores, velas o un simple ejercicio mental donde lo imagines diciéndole lo mucho que lo quisiste... y lo despides en pocos minutos con alegría
Al vivo dale tu corazón, agradécele o perdónalo ..y que sea tu propio corazón quien se exprese de la manera más natural posible provocándole al final una sonrisa de gozo o lágrimas de felicidad.
Al padre olvidado o lejos de sus hijos, que no se deje arropar por la nostalgia de lo que dudo ser un día como hoy.
Ven, reconoce que lo has hecho bien y que se puede mejorar en todo caso y autofelicitate.
La fiesta es nuestra un día como hoy, celebremos pues cómo podamos... "que la felicidal del pobre dura poco." Bendiciones
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